Jhoni Jackson: “Soy las dos”
La fundadora del Loverbar se identifica en la dualidad de ser activista y periodista; estadounidense y cubana
Desde quinto grado, Jhoni Jackson quería ser autora y escribía libritos . (Pedro Guevara Reyes)
Cuando estallaron las protestas multisectoriales para exigir la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló Nevares en el verano de 2019, Jhoni Jackson asistió a una manifestación con un rótulo que decía: “Cuirs contra Rosselló”.
Estas protestas surgieron, parcialmente, tras la filtración de un documento que evidenció los mensajes homofóbicos y machistas que el mandatario y sus allegados solían enviarse en un chat de la aplicación de mensajería Telegram. Jackson, quien se identifica como una mujer cuir, sintió que había que hacer algo al respecto.
Luego de manifestarse, la periodista nacida en Atlanta publicó una foto de ese día en su perfil de Instagram.
“Have you done anything in terms of activism?”, le preguntaron editores del Washington Post antes de incluir su aportación en un reportaje sobre las protestas. “Sí”, les contestó Jackson.
La también gestora cultural comprende la razón por la que este diario eliminó su participación del texto. “That’s fine to me. I don’t want to contribute to hard news and act like there’s nothing underneath todo eso. Siempre hay una agenda”, expresó en su distintiva mezcla inseparable de español e inglés.
Desde quinto grado, Jackson quería ser autora y escribía libritos. Naturalmente, decidió estudiar periodismo en Georgia State University, donde tomó clases de Estudios de la Mujer y Género. Las protestas de Occupy, un movimiento internacional de lucha contra las inequidades sociales y económicas, impulsaron su formación como activista y despertaron su conciencia social. “Yo fui a una de las protestas de Occupy en Atlanta. Ahí vi el poder de una protesta and what it means. I started to form my opinions and think about things like… ‘what the f*ck is wrong with the world!’”, expuso.
“Yo me considero periodista y activista; y soy bien clara con las cosas que escribo”, explicó al aclarar que no pretende presentar sus textos como si fueran noticias duras.
Según Jackson, “la objetividad, en el periodismo, no existe”. Lo importante es “ser transparente sobre quién tú eres”, afirmó. La reportera —que ha escrito para medios como The Washington Post, NBC News, Rolling Stone, The Daily Beast, Out Magazine y LGBTQ Nation— también puntualizó que todas las personas que lean noticias deben cuestionarse quién escribió la información y por qué.
Búsqueda de identidades
Además de sus vocaciones, Jackson experimenta la dualidad en otras facetas de su vida. Mientras formaba su personalidad en los suburbios de la Atlanta de su infancia, las presiones sociales de asumir una sola identidad nacional afectaron a Jackson.
“Crecí no sabiendo dónde identificarme. ¿Me identifico como latina o como anglo?”, explicó. Un ejemplo de estos retos se materializó en la escuela intermedia. “Una vez, un grupo de chicas me amenazó con atacarme porque no actuaba los suficientemente latina”, relató.
“Llevo diez años viviendo en Puerto Rico. Tengo familia aquí. [A veces me llaman:] ‘ah, la gringa’. Ok, I accept that, pero también soy cubana. Soy bicultural y eso nadie me lo va a quitar”, declaró.
Desde adolescente, Jackson sabía que su orientación sexual divergía de la heterosexualidad. Sin embargo, encontraba difícil apalabrar ese sentimiento. En esa etapa de su vida, sus círculos cercanos radicaban en la escena punk de Atlanta, comunidad a la que Jackson describe como “mayoritariamente blanca, masculina y heterosexual”.
“En un momento, yo estaba saliendo con una chica, y ella nos hizo una reservación para ir a un booze cruise (gira o viaje centrado en el consumo de alcohol) de punk en el que iban a tocar muchas bandas. I ghosted her because me dio miedo de que voy a este cruise con ella and then everyone is really gonna know”. También recuerda el daño emocional que sufrió cuando un amigo le dijo que la vio en OkCupid (una aplicación de citas) y que ella era bisexual.
Llega a suelo boricua
Jackson llegó a Puerto Rico como una turista. En ese momento, tenía un novio puertorriqueño y una “roomate horrible”, por lo que vio la oportunidad perfecta para emprender una aventura hacia el Caribe. “Llegué superignorante. No sabía lo que era una colonia, lo que es vivir en Puerto Rico”, admitió.
Sin embargo, no estaba completamente desvinculada al archipiélago. Tenía primos en Puerto Rico, quienes prontamente le dieron un trabajo de oficina en una empresa familiar.
A las manos de Jackson llegaron $10 mil de herencia que usó para cofundar el Club 77 en 2013. “El Local es muy pequeño y La Respuesta es para como 500 personas”, por lo que Jackson identificó que faltaba un espacio intermedio para promover la gestión cultural. En estas actividades, comenzó a conocer más personas LGBTQIA+, como la drag queen Adi Love Sánchez Mata. “Ahí es cuando empezó la formación de nuestro little community de drag alternativo”, precisó.
Personas relacionadas con el Club 77 maltrataron o se refirieron despectivamente hacia la comunidad cuir y artistas de drag. Entre otras razones, este comportamiento provocó que Jackson abandonara el proyecto en 2016 y se sincerarse consigo misma. “You can’t be an activist and also be hiding”, se planteó reflexivamente. “Después que salí del Club y me separé un poco de esa escena, pude —por fin— come out”.
Nace Loverbar
Desde los 19 años, Jackson padece de alcoholismo y adicción a sustancias controladas. Tras la salida del Club 77 y el paso del huracán María por Puerto Rico, sufrió un deterioro severo en su salud mental. No obstante, con el apoyo de su novia, Carla Rodríguez, y de su comunidad, logró la sobriedad y mejorar su salud.
En 2017, Jackson organizó actividades de recaudación de fondos para la creación de un espacio que sea gestionado por y para las personas cuir. Cuatro años más tarde, Loverbar abrió sus puertas en el Paseo de Diego, en Río Piedras. “Para mí, it’s a way to repay la comunidad, por todo lo que ha hecho por mí”, enfatizó.